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Quizás no se trate de la catedral gótica francesa más
artística, aunque si es la más conocida por haber sido
objeto de inspiración en obras literarias, artísticas
y cinematográficas.
Cronológicamente se sitúa en la transición de las primeras
catedrales del gótico francés al clásico francés.
Se encuentra situada a orillas del río Sena. Esta constituida
a finales del s.XII y principios del XIII aunque ha sufrido numerosas
destrucciones y reformas.
Aunque la arquitectura gótica venga de la mano de los cistercienses,
se caracteriza por ser un movimiento artístico que responde
a las inquietudes culturales de la nueva clase social emergente, la
burguesía. La arquitectura civil empieza a estar presente en
ayuntamientos, palacios, lonjas de mercados, son edificios notables
de la ciudad, pero ninguno de ellos comparados con la catedral, que
pasa a ser el símbolo de prestigio de la ciudad.
Las características más importantes de las catedrales
góticas son:
- Elevación. Los edificios góticos a diferencia de
los románicos tienden a elevarse, a la verticalidad ( pretenden
llegar a Dios).Para ello se apoya en elementos decorativos como el
pináculo que se sitúa en contrafuertes,
- Iluminación. Frente a la oscuridad del Románico,
en el gótico se produce una abundancia de vanos y vidrieras
debido al menor grosor de los muros, ya que estos dejan caer el peso
en los contrafuertes mediante los arbotantes. Esto permite que el interior
de las catedrales góticas sea muy iluminado (Jesús es
la luz que ilumina al mundo).
- El interior del templo se encuentra lleno de arcos ojivales, que
sustituye al de medio punto por el de ojival o apuntado ya que este
es capaz de dar mayor elevación, y a la vez soporta y traslada
mejor el peso de las pesadas bóvedas de piedra.
- Bóveda de crucería. En este tipo hay un arco más
grande que recibe el nombre de arco formentero, mientras que el arco
más cortos recibe el de toral. Los nervios se cruzan en forma
diagonal y se cruzan en forma de ojivas diagonales.
La fachada
El elemento más cuidado del exterior de la fachada gótica
es la portada. Puede presentar 3, la principal
siempre la occidental y las del transepto meridional y septentrional.
La fachada se puede analizar a partir del triple pórtico y
de las torres que la flanquean. Las torres se elevan considerablemente
para dar sensación de esbeltez, de altitud. Suele estar siempre
adosadas o incorporadas. El pórtico se quedaría muy bajo
y rompería la armonía de la fachada, por ello para cubrir
el espacio altitudinal de la nave central se buscaron soluciones arquitectónicas
que consiguiesen armonizar toda la fachada. Sobre el pórtico
central se colocaba un amplio rosetón que se cubre con vidrieras
y ayuda a contribuir a la iluminación del interior de la catedral.
Junto a éste se incorporan otros recursos arquitectónicos,
franjas horizontales que ayudan a crear armonía en la fachada.
El pórtico sigue siendo la parte más decorada y cuidada
de la fachada. Mantiene la misma simbología (Quien entre en
mi se salvara). Predomina el triple pórtico, siendo el central
más ancho y alto que los laterales, dando entrada a las distintas
naves del brazo longitudinal. El espacio más decorado con altorrelieve
es el tímpano y suele dividirse con tras franjas horizontales.
A diferencia del románico no es semicircular puesto que el espacio
entre el dintel y la última arquivolta es el de un arco ojival o
apuntado. Las arquivoltas se mantienen decoradas y corresponden a arcos
ojivales. Se rematan con un adorno típico del gótico,
denominado gablete. Las jambas suelen estar también esculpidas
normalmente con santos, apóstoles, profetas, que se asemejan
más a esculturas exentas que a altorrelieves que son. Se mantiene
el parteluz. Toda la fachada suele presentar una gran riqueza ornamental,
arcos ojivales con treceles, agujas con pináculos, abundancia
de esculturas, etc.
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