|
Es sin duda alguna el gran genio del arte universal. Nació
en Casentino (aldea cercana a Florencia) en 1475. Muy joven y dado
su talento fue llevado por su padre al taller de
Ghilardino, donde destacó
entre todos los alumnos lo que hizo que el mecenas Lorenzo de Medici
se fijase en él y lo trasladara al selecto taller de Donatello,
donde aprendió la técnica de la escultura que lo va a
dejar marcado en su impronta de artista, pasando a la historia del
arte como el más grande de los escultores de todos los tiempos.
De hecho, se consideraba buen escultor y firmaba como tal. Mientras
que los encargos arquitectónicos y pictóricos los recibía
de mal grado, aunque su calidad artística lo han llevado a la
cumbre de la arquitectura y la pintura por sus obras.
También entró en contacto con la filosofía neoplatónica
de la corte de Lorenzo de Medici. Teorías neoplatónicas
que comparte en su plenitud (Armonía del mundo clásico
con el ideal cristiano), sin llegar a los excesos que en esos momentos
Sabonarola y Boticelli realizaban. A finales del siglo XV la revelación
del pueblo de Florencia hace caer del poder a los Medici, y Miguel
Ángel huye primero a Bolonia de donde se traslada a Roma, , que gracias
al mecenazgo del Papa Julio II toma el relevo de Florencia se convierte
en la capital del arte del Cinquecento donde trabajó ininterrumpidamente
al servicio de los papas, volviendo en ocasiones a su Florencia donde
realizaría todavía algunas de sus famosas obras.
Su carácter era duro, de trato difícil, fácilmente
irritable, atormentado, con continuos altibajos emocionales, probablemente
producido por su conciencia del deber y del perfeccionismo, lo que
le convierte en un misántropo que difícilmente pudo
tener discípulos a los que enseñar, a pesar de que su
genio como artista y su concepto espiritual nunca podría haber
sido transmitido.
Miguel
Ángel arquitecto
Cúpula de San Pedro del Vaticano
Tanto Bramante como Miguel Ángel concebían una gran
cúpula que destacaban en el conjunto arquitectónico
global. Esta cúpula pierde protagonismo al alargar un
brazo. Bramante había pensado en una cúpula sobre
pechinas semiesférica, algo achatada, similares a la del
Panteón o a la de Santa Sofía. Por el contrario, Miguel
Ángel desechó esta idea y se inspiró en la de
Brunelleschi en la catedral de Santa María de Fiori. Diseñó
una cúpula de grandes dimensiones (131 m de altura y 42 m
de diámetro). Para acrecentar su grandiosidad la situó
sobre un enorme tambor o cimborio y la culminó con una impresionante
linterna.
Inspirada completamente en la de Brunelleschi, superó
algunos de sus fallos. Desarrolló en la nervatura y en
los casquetes
una curva que solucionaba el problema del feo abombamiento de
la de Brunelleschi. A diferencia de ésta, su cúpula es
más pesada y maciza, pero mantiene su esbeltez. Siguió
con el esquema de Brunelleschi de dos cúpulas concéntricas,
una al interior y otra al exterior, unidas entre sí por tirantes
y que contrapesan los empujes. En su parte interior se destaca una
luz surgida de las ventanas del tambor que dan una sensación
de ingravidez, a pesar de su monumentalidad. La del interior es más
esférica, contribuyen a la sensación de altura su
división en especie de gallones pintados en franjas que
guardan una perfecta simetría con bandas horizontales
concéntricas, con un fondo dorado que culmina en la gran
apertura de luz situada en la clave u óculo.
Pero su grandiosidad se nota en el exterior. Para elevarla
sitúa la cúpula sobre un gran tambor esférico
reforzado con contrafuertes o pilastras a las que se le adosan pares
de columnas de orden clásico a modo de adorno, el espacio comprendido
entre 2 contrafuertes es ocupado por una ventana que como único
adorno se le coloca un frontón triangular y curvo, respectivamente.
Sobre ella se monta la magistral cúpula, con mucha más
nervatura que las ocho de Brunelleschi. Nervios que sube
desde cada uno de los respectivos contrafuertes. Para romper la monotonía
sitúa ventanales a lo largo de todo el casquete de la cúpula,
de forma simétrica en tres franjas horizontales paralelas
entre sí. Remata la cúpula una enorme linterna que
reproduce de una forma parecida la disposición de la cúpula,
alargando la linterna con pares de columnas que sostienen el
linternín.
Cúpula esférica, símbolo de Dios, situado sobre
un crucero cuadrado, símbolo del hombre, cuya situación
técnica es la fijación con pechinas decoradas con
los signos del tetramorfo (San Juan el águila, San Lucas
el buey, San Marcos el león y San Mateo el ángel).
Escalera Laurenciana
Adosada a la iglesia de San Lorenzo, se le encarga también
a Miguel Ángel la realización de una biblioteca, así
como el acceso desde la calle a ella, denominada escalera laurenciana. Se
encuentra Miguel Ángel con el inconveniente de un pequeño
vestíbulo, por lo que no puede realizar una escalera monumental
al estilo de las que habían tradicionalmente en las obras
renacentistas. Rompe con la estructura de la arquitectura
clásica iniciada con Bramante y crea un nuevo estilo. Rompe
tímpanos, columnas que no pertenecen a ningún orden
arquitectónico y que se introducen en la masa del basamento,
pilastras que adelgazan en parte inferior, continuo contraste entre
línea curva y recta. Mantiene todavía una cierta simetría,
introduce elementos decorativos, arbitrarias alteraciones entre las
partes y el conjunto; son todos ellos elementos arquitectónicos
novedosos de un nuevo estilo, el manierismo, preludio del
barroco. Es, por lo tanto, una obra manierista.
La monumentalidad la consigue empequeñeciendo la puerta
y construyendo la escalera en dos tramos. El tramo inferior con tres
brazos, el centro con peldaños de abanicos (curvos) que contrastan
fuertemente con los peldaños rectos de los otros brazos que
desembocan en el brazo central, única del tercer tramo.
Plaza del Capitolio
Recibió el encargo del Papa Paulo III
de modificar uno de los lugares más significativos de Roma,
la plaza del Capitolio, situada en la colina del mismo nombre, una
de las cinco que dieron origen a la ciudad de Roma y sede
del gobierno municipal. En una ciudad medieval, los espacios abiertos
y públicos escaseaban (dentro de las murallas el mayor número
de viviendas). Miguel Ángel se nos manifiesta aquí como
urbanista más que como un arquitecto, diseña un nuevo
concepto de espacio urbano, la plaza que será imitada en épocas
posteriores, sobre todo en el barroco.
Su concepto no rompe con el ideal renacentista de arquitectura.
Al estar en alto decide diseñar una gran escalinata monumental
de acceso a ella, presidida por enormes estatuas de Castor y Poulet
que cubren con una balaustrada el lado corto de la plaza, que aplana
y tiene forma trapezoidal regular, con un lado corto ( escalinata),
otro largo (frontal) y dos similares enfrentados entre sí.
En el interior de la plaza sitúa un gran ovoide con
figuras geométricas que han querido ver el centro cosmológico
del universo, desde aquí se gobernó el imperio romano.
Por ello en una estrella central colocó la estatua de Marco
Aurelio. Para dar grandiosidad a la plaza, modifica las fachadas de
los edificios situados en tres de los cuatro lados para que guardasen
una armonía con el conjunto, así los tres palacios,
el del senado romano, el palacio del Capitolio y el palacio de los
conservadores sufren una modificación que a ojos del
visitante les hace parecer ser parte del mismo conjunto arquitectónico.
Miguel Ángel
escultor
Es el gran escultor de todos los tiempos. Fue ante todo un artista
que prefirió este genero por encima de los demás. Descubrió
su arte con Donatello, donde empezó a impresionarse por las
obras clásicas que no eran copiadas, sino que desarrollaban
su imaginación.
Miguel Ángel es un estudioso del movimiento, siendo innovador y
presentando nuevas soluciones.
Poseía una amplia visión de la composición escultórica,
siendo sus composiciones originales, novedosas, fruto de una gran
reflexión.
Toma posesión del espacio, el volumen es una preocupación
de su escultura, da siempre el volumen adecuado. Sus composiciones
escultóricas están llenas de ritmo, inspirado en la
propia vida.
Trabaja siempre grandes bloques de mármol, nunca hace añadidos.
Suele trabajar sólo por lo que es un maestro del cincel, realiza
desde el vaciado grueso hasta la pulido del mármol.
Es un perfeccionista, sus obras pasan la mayor de las exigencias,
la suya personal. Si no está satisfecho la destruye, aborrece
la chapuza.
Distingue como nadie las figuras dentro de los bloques de mármol,
tiene una visión escultórica donde los demás
solo ven una roca. Miguel Ángel dota a sus obras de una gran espiritualidad,
cobran vida interior, nos transmiten pasiones y sentimientos humanos,
unidos a su gran perfección física.
La escultura de Miguel Ángel no es lineal sino que presenta una
evolución, pudiendo distinguir en el autor 3 etapas:
a) Una juvenil, en donde destacan "Relieve de la virgen de la escalera",
"Piedad del Vaticano" y "David de Florencia".
b) Madura entre las que resaltan todos los relacionados con el
Mausoleo del papa Julio II ("Moisés" y "los esclavos"). Los
relacionados con las capillas mediceas ("retrato de los Medici", "las
alegorías").
c) Vejez, donde destacaremos "La Piedad rondanini"
.
Su primera etapa transcurre en Florencia y Roma. En ellos el nexo
común es la búsqueda de la belleza ideal. En esta etapa es
ya un maestro del cincel, técnica aprendida en la escuela de Donatello.
Está preocupado por la profundidad, por la perspectiva. En su
etapa de Bolonia le influyo Jacobo della Quercia que le ayudó
a forjar su personalidad escultórica y a liberarse de la influencia
de Donatello. Sus primeras obras fueron "la batalla de los centauros"
y "la virgen de la escalera"(bajorrelieve). A finales del siglo se
siente atraído por Roma, nueva cuna del arte, gracias al mecenazgo
de los papas. Aquí realiza una de sus obras más famosas,
por encargo de un cardenal, es su famosa Piedad.
La Piedad
Es una obra como toda la de este maestro en una sola pieza. Realiza
una de sus más bellas obras de la que quedó plenamente
satisfecho, hasta el extremo de que esculpió su nombre en la
cinta que lleva la virgen en su pecho. En ella se representan los
ideales de belleza masculino en el Cristo y femeninos en la Virgen.
Se le criticó que hubiese reflejado a la virgen más joven
que a su hijo. Se le argumentó cuestiones teológicas para
tal realización (era un momento en el que las reformas cuestionaban
el papel de la Virgen). La Virgen tiene que demostrar su virginidad
y virtud, cosa que refleja la juventud de la doncella.
Desarrolla una composición triangular, situando a la virgen
sentada, teniendo en su regazo el cuerpo de su hijo muerto. La virgen
nos la presenta completamente vestida, su calidad técnica hace
de su ropaje (pliegues, arrugas, textura) totalmente creíble
y deja traslucir cierta anatomía, que alcanza su perfección
en el cuerpo semidesnudo de Cristo, prodigio de estudio anatómico,
masa ósea, músculos, venas, son fruto de una perfeccionada
anatomía humana. Junto a la perfección técnica
se acompaña un concepto espiritual, la Virgen no expresa un
dolor humano sino una resignación. Tiene en su regazo a su hijo
Cristo, la mano extendida hacia el cielo y con la otra sujeta a su hijo.
Su sufrimiento lo siente mostrándole a Dios que su voluntad
se ha cumplido. Mientras que el rostro de Jesús no es el de
un fallecido con un sufrimiento no aceptado, sino aquel que viene
a morir sufriendo con una resignación.
Se encuentra actualmente en la basílica del Vaticano.
David
A principios del siglo XVI regresó a Florencia donde solicitó
que le entregasen un gran bloque de mármol abandonado hace
40 años por Duccio Bonasegna (había intentado esculpir
un profeta). De él decidió hacer su famoso David de Florencia,
de una sola pieza. Escoge un tema trabajado desde el principio del
Renacimiento. Miguel Ángel vuelve a conseguir la perfección
técnica con la vida interior espiritual. Talla a un joven adolescente,
recogiendo el momento en que David estudia al gigante y feo Goliat.
La aparente calma exterior no coincide con la agilidad de pensamiento,
tensión interior. David mantiene su onda, mientras que analiza
el momento en que la va a usar. Se le criticó sus grandes
dimensiones, algo que no gustó en su época, también
se le criticó sus desproporciones, brazos y piernas muy largos,
manos y pies grandes. Esta obra ha sido considerada la mejor de su
etapa juvenil, han sido cuidados todos y cada uno de los detalles,
como se demuestra en su anatomía humana tallada hasta el más
mínimo de sus detalles (venas en las manos). Su sitio era
el situarlo en la plaza de la Signoria, sede del gobierno municipal,
donde quería representar según autores la fortaleza y
la justicia del gobierno de la ciudad. Otra interpretación dice
que es un recordatorio a los gobernantes ante cualquier injusticia,
donde la ira del pueblo someterá. Es un nuevo concepto del
Hércules,
muestra de fuerza y virtud.
Actualmente se encuentra en Galleria dell'Accademia en Florencia
a donde fue trasladado desde la Plaza de la Signoria en donde encontramos
un réplica. En 2002 fue restaurado después de haber estado
más de 100 años sin haber sido sometido a una limpieza
de cara.
Moisés
Es una de las 5 obras monumentales que llevaría el mausoleo,
situada en la actualidad en lo que quedó del proyecto del mausoleo
de Julio II en la iglesia de San Pedro encadenado. Es quizá
una de las mejores obras de Miguel Ángel, muestra de un sentimiento
sublime y trascendental de su autor. Nos presenta al mismo tiempo
a un hombre pensativo y sereno, reflexivo y prudente, a un hombre de
acción que en un momento dado es capaz de meditar la acción
que va a comenzar. En él los ideales del Renacimiento están
plasmados (experiencia, valor, inteligencia, voluntad), valores universales
del Renacimiento que Miguel Ángel incorpora al Moisés.
Moisés acaba de bajar del Monte Sinaí, donde tras una larga
espera ha recibido de Dios las tablas de la ley. El instante recogido
por Miguel Ángel es cuando divisa su pueblo que en su ausencia ha
construido un becerro de oro al que adora y se sienta para reflexionar
sobre lo que va a hacer. Su rostro refleja la ira, sus ojos juntos,
su mirada profunda, son fiel exponentes de su sentimiento, la ira.
Su cuerpo acompaña ,frente a una aparente quietud, una realidad
que viene dada por el giro de la cabeza, el situar un brazo por encima
del otro y un pie hacia atrás como si fuese a incorporarse.
Su plasticidad y fuerza no son sólo fruto de su excelente
calidad técnica, su perfecta y musculosa anatomía, sino de
una profunda vida y espiritualidad interior.
En esta época se descubrió el Laoconte que influyó
poderosamente en el rostro del Moisés. No sólo pretende
adular al papa Julio II, sino que pretende expresar una serie de valores
universales y atemporales. Si la Piedad es el ideal de belleza, armonía
y equilibrio, el Moisés es el fiel reflejo de la ira. Las
protuberancias de la cabeza son los rayos reflejados del Espíritu
Santo. El Moisés se quedó como la estatua principal
del Mausoleo de Julio II, ya que el nuevo Papa (León X) le
negó fondos y tiempo para su proyecto inicial.
Miguel Ángel
Pintor
Junto al Miguel Ángel escultor, la faceta más conocida de
este artista es la pictórica, a la que él nunca dio
importancia y consideraba una parte más de su formación
humanista. Fueron sus contemporáneos, especialmente el Papa
Julio II, los que vieron la maestría de su pincel. Su técnica
como pintor la aprendió en el taller de Gilarvagio y se terminó
de forjar imitando aspectos de la escultura en el seno de la pintura.
Sus dos grandes obras pictóricas: "la bóveda de la
Capilla Sixtina" y el "frontal de la capilla Sixtina" son por sí
mismos obras fundamentales que le hubieran llevado a la fama artística
universal.
Sus características como pintor son:
· Firmeza en el dibujo que cobra
en él una gran importancia.
· Elimina el paisaje, se convierte
éste en fondos neutros, a penas sin importancia, por lo que
toda la fuerza pictórica recae en los personajes principales
· Pinta volúmenes (Formación
escultórica), los cuales están perfectamente delimitados
y constituyen la esencia de la profundidad en su obra.
· Violentos escorzos, usa posturas forzadas
con las que consigue obtener profundos equilibrios dinámicos:
movimiento.
· A pesar del profundo conocimiento
de la anatomía humana, no se supedita a la realidad. Sus seres
humanos están cargados de músculos (sobrehumanos).
· El color no es fundamental
en su obra, aunque lo usa para dar una mayor expresión a ésta.
Tondo Doni
Pintado en 1505 como regalo personal a su amigo Agnolo Doni, tiene
forma redonda, muy al gusto de la época en la que lo pintó.
También se le conoce como el "Tondo de la Sagrada Familia"
y se encuentra en la Gallería de los Ufficci. En él sus
características pictóricas están presentes. Más
que una pintura parece una escultura (volumen de los personajes).
Para algunos autores está considerado como el punto de partida
hacia el manierismo. Representa la separación y al mismo tiempo la
unión entre el mundo cristiano y el mundo pagano, representado por
figuras desnudas en segundo plano, como punto de separación,
un muro que divide ambos planos y como punto de unión San Juan
Bautista, precedente del mundo pagano (Es el único que esta
vestido y se prepara para saltar el muro y entrar en el mundo cristiano).
La familia Sagrada presenta junto a Juan Bautista una composición
triangular, en la que está muy presente el principio de jerarquía
religiosa, pues sitúa a Jesús más alto que a
la Virgen. La anatomía humana esta muy conseguida (músculos
de la Virgen). Volumen con un dibujo muy marcado. La acción
presenta un gran dinamismo, se consigue representar el movimiento
con unos cuerpos que están retorcidos. Miguel Ángel juega con
los colores, así conjuga colores fríos y oscuros dándole
un gran contraste.
Capilla Sixtina
La obra pictórica verdaderamente importante en su carrera
como pintor se desarrolla en la Capilla Sixtina, la bóveda
y el frontal.
Bóveda de la capilla Sixtina.
El Papa Julio II que había cogido bajo su mecenazgo a Miguel
Ángel, le había encargado el diseño y construcción
de su mausoleo, obra a la que se había entregado en cuerpo
y alma. En 1505 le obligó a abandonar dicho proyecto para
que decorase al fresco la bóveda que cubría la capilla
Sixtina. En ella ya trabajaban pintores famosos como Boticelli, Lotto,
Perugino, etc. Estaban realizando frescos en los muros que sostenían
la bóveda. Miguel Ángel se enfrentó al papa por su negativa
a realizar la pintura y éste le obligó a acometerla.
La realizó prácticamente sólo y tardó
unos 4 años en realizarla. Sobre algo más de 1000 metros
cuadrados de superficie, ya que la bóveda tiene forma rectangular
(40 m de largo y 13 m de ancho), desarrolló toda una configuración
iconográfica basada en el Antiguo Testamento, desde la creación
del hombre hasta antes de la llegada de Jesucristo. Introduce más
de 350 figuras de un tamaño un poco superior al normal. Fingió
todo un fondo arquitectónico.
En el centro se sitúan las escenas más importantes,
todo entre pilastras, vigas o arcos fajones simulados arquitectónicamente.
Hacia los lados quedan espacios rectangulares que se han intercalado
con lunetas. En estos rectángulos se sitúan alternativamente
profetas y sibilas (mujeres que realizaban profecías). En
las lunetas se situaban los ascendientes de la estirpe de Jesús y
en los cuatro ángulos que quedan escenas bíblicas del
Antiguo Testamento como David y Goliat.
La explicación teológica que se ha dado a la bóveda
ha sido múltiple y variada, las más conocidas son:
- Que Miguel Ángel intentó mezclar
la historia del hombre y su salvación mediante Cristo.
- Pero la interpretación más
acertada es que Miguel Ángel quiso hacer un todo escénico en
la capilla Sixtina (Ya se le había comunicado que pintaría
el frontal tras el altar); y en este todo quería unir el comienzo
de los tiempos con la vida del espectador y el fin de todos los tiempos
cuando represente el Juicio Final.
Junto a esa composición principal para crear un ambiente
mejor, sitúa medallones esculpidos en terracota (pintados), igmundis
(figuras desnudas paganas del Antiguo Testamento) sentados y falsas
esculturas. Con un claro dominio del relieve pictórico, el
claroscuro, la profundidad, la perspectiva, que hacen que el ojo
humano perciba obras arquitectónicas volumétricas allí
donde solo existe la pintura plana.
La creación de Adán
Dentro de las escenas centrales situadas en los rectángulos
del bóveda, destaca "la creación de Adán", ultima
escena que
pintó. Es una interpretación muy nueva y original
sobre lo que son las escrituras del Génesis sobre la creación
humana (muñeco de barro). Consigue dar una fuerza dramática
jamás igualada al acto de la creación humana. Es una
soberbia representación de dicho acto, que transmite toda
una carga expresiva de espiritualidad. Las características
pictóricas de Miguel Ángel están presentes (dibujo
resaltado, volumen escultórico, anatomía humana sobredimensionada,
etc.). se nos presenta a Adán en un escorzo que le da una cierta
sensualidad nada irreverente, pero al mismo tiempo un ritmo sin llegar
a movilidad, la cual es plena en la figura de Dios, cuyo pelo y vestimenta
se agitan por dicho movimiento, dentro de una aureola o mandorla de
la divinidad en la que un grupo de ángeles lo lleva. El instante
representado es cuando Dios va a transmitir la vida al hombre con
sólo tocarlo (magistral tratamiento de ambas manos). Su pincelada
al igual que en el resto de la obra es suelta y ligera, valiente.
Se le acusó de un abuso de los colores fríos, con
predominio de los azulados y grises, consigue con ello aumentar la
expresividad de las figuras sobre un aspecto poco agradable
Similar a esta composición, aunque quizá con menos
fama son "el diluvio universal", "la creación del sol o de los
astros" o la más conocida "el pecado original".
Juicio Final
En 1543 el papa Paolo II le encargó a Miguel Ángel que realice
el fresco para decorar el altar, situado tras el altar de la capilla
Sixtina. El tema elegido es el Juicio Final. El momento histórico
ha cambiado, al igual que la evolución espiritual del autor.
La reforma protestante ha derrotado al emperador en Alemania. Toda
la Europa central se debate entre terribles guerras de religión.
Es en este contexto histórico en el que realiza esta obra, en la
que Miguel Ángel quiere expresar su verdad católica, llena
de pesimismo sobre los tiempos que vive y demostrar al mundo que
habrá un día de rendir cuentas.
Nos presenta a un Dios justiciero, fácilmente apreciable por
la aureola de la divinidad, situado en la parte central superior.
Alrededor de él en forma concéntrica se irán presentando
los seres humanos al juicio. Cortes de ángeles acompañan
con sus trompetas anunciando el acto. Los condenados al fuego eterno,
al infierno, se dejan caer y son recogidos por los ángeles
de Lucifer. Mientras que los que superan el Juicio Final son elevados
a las alturas del paraíso eterno.
De entre todas destaca la figura de Dios, presentado como el nuevo
Hércules, masa musculosa que no tiembla a la hora de condenar
a aquellos que no han sabido aprovechar la vida terrenal. A su lado
sólo pinta a la virgen María, única introducida
en la aureola de la divinidad, capaz de interceder (Claro mensaje
a los protestantes).
Por el contrario los condenados son representaciones espirituales
negativas, desgarrados, desposeídos de toda humanidad, de
cuerpos decrépitos, sólo cabe la maldad en ellos. Entre
los que son juzgados aparecen también San Bartolomé, del
que se dice que es un autorretrato en el que arrastra su propio espíritu.
Miguel Ángel dibujó a Jesús totalmente desnudo y en épocas
posteriores un papa ordenó a un pintor que recubriese su cuerpo
con una túnica.
|
AMPLIABLES
|