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LEONARDO DA VINCI

 

 

 

Nació a mitad del siglo XV. Su padre le colmó tanto de atención personal como económica y se preocupó de su educación,  pagándole su formación en los mejores talleres florentinos. A los 15 años ya destacaba como uno de los alumnos más aventajados de Andrea Berroto. Estas posibilidades desarrollaron a uno de los más grandes intelectuales del universo, se interesó y profundizó en la anatomía, música, álgebra, física. En él no sólo se forma el hombre teórico sino que estos enormes conocimientos trató de llevarlos a la práctica. Ha dejado vestigios como buen dibujante (ejemplo de ello es su dibujo del hombre universal). Nos ha dejado diseños de gran cantidad de inventos que puso en práctica. Como arquitecto destacó sobre todo en la ingeniería militar, siendo muchas de las fortificaciones del reino de Milán suyas. Pero sin duda es su faceta como pintor en la que vamos a profundizar, ya que Leonardo fue el pintor que rompió con la pintura del Quatrocento y fue el creador de la del Cinquecento. De su pintura caben destacar dos etapas:

- Una primera etapa donde la naturaleza domina la ciencia, es su etapa florentina con cuadros como "La Anunciación" y "La adoración de los Reyes Magos". Su profundización en el análisis de la naturaleza, hace desarrollar una filosofía que choca con la ya existente de Botticelli, su obra no gusta en Florencia, por ello decide marcharse a Milán.
- En su segunda etapa, en Milán, se inicia un ciclo donde la experiencia corrige al conocimiento teórico, lleva al equilibrio entre teoría y práctica, es su etapa más famosa. Aquí se aprecian claramente sus características pictóricas:
· Escasez de su obra pictórica, a pesar de su calidad.
· Un tratamiento perfecto del cuerpo humano, forjado gracias a sus profundos conocimientos de anatomía y de los volúmenes geométricos.
· Sus cuadros suelen presentar una composición triangular.
· Suele situar diversos planos, perfectamente ensamblados entre sí.
· Tratamiento perfecto de la luz, gracias a sus estudios teóricos de ésta. Sitúa los focos adecuados en el sitio idóneo.
· Preocupado por el estudio del movimiento sus cuadros presentan siempre un ritmo adecuado.
· Su gran aportación es el esfumato. Leonardo crea la perspectiva aérea, haciendo que la atmósfera no sea translúcida, sino que presenta partículas sólidas, cambia la intensidad del color y de la luz que percibimos y se convierte en el elemento fundamental e innovador de Da Vinci, para ello difumina los contornos de sus figuras y crea una atmósfera propia en sus fondos paisajísticos.

La virgen de las rocas

En esta fase pinta los cuadros más famosos. En 1483 se le encarga por la cofradía de la Inmaculada Concepción un tríptico para situar en la Iglesia de San Francisco, sólo se conserva la tabla central. Tal fue el éxito de la tabla que el dictador de Milán decidió apropiarse de ella y encargar a De Predis otra similar. La original de Leonardo se encuentra en el Louvre. En  ella se aprecian las características de Leonardo:

-Se mantiene fiel a su composición triangular de las figuras. La Virgen que representa el vértice superior, San Juan Bautista con los brazos rezando, el ángel y el niño Jesús bendiciendo.
- Se mantiene fiel a su superposición de planos situando en un primer plano los personajes y en un segundo un fondo natural completamente novedoso.
- La anatomía humana está representada en sus personajes y en el conjunto volumétrico.

- Los detalles del paisaje próximos al espectador están cuidados.

- Leonardo hace un perfecto tratamiento y estudio de la luz en el cuadro, situando 2 focos: uno interior que une el cielo con la cavidad de la gruta donde se irradia una luz sobrenatural (Dios es la luz); un segundo exterior que ilumina desde una posición angular a los personajes del primer plano.

- El esfumato esta muy presente en todo el paisaje. El paisaje del fondo posee vida, movimiento, es un paisaje donde los límites son completamente imprecisos, que crean una atmósfera sobrenatural que envuelve a las figuras del primer plano. Se presenta todo ello como una Naturaleza en vida acrecentando el concepto de profundidad de la pirámide visual.

La atmósfera que ha querido transmitir Leonardo es la de un tiempo litúrgico, la pasión. Nos transmite la idea de que el niño Jesús vino a la tierra para salvarnos por medio del bautismo de nuestro pecado original. Este cuadro y otros con la técnica del esfumato de Leonardo serán incorporados por otros movimientos artísticos posteriores, en especial por el romanticismo. 

La última cena

En Milán pinta también sobre pared un encargo de los frailes dominicos del convento de Santa María de Gracia. A principios del s.XVI se le encarga que decore la pared del receptorio de dicho convento: Decide Leonardo investigar nuevas técnicas pictóricas, pues la técnica del fresco impedía retocar y ser minucioso en los cuadros por la rapidez del secado. Leonardo quiso crear un nuevo estilo mezclando huevo y aceites y aplicarlo sobre el yeso. Inicialmente los resultados eran buenos, pero la pared terminaba por expulsar la humedad, arruinando la obra pictórica del maestro. Dejando su obra en una ruina pictórica que sólo ha podido ser restaurada recientemente.

En él se hace un perfecto tratamiento de la perspectiva visual. Leonardo sitúa el punto de fuga justo tras la cabeza de Jesucristo por lo que todas las miradas convergerán sobre él, acentuando la pirámide visual con un conjunto arquitectónico que nos permite situarnos como espectadores en el lugar donde se está realizando la última cena. La impresión al entrar al receptorio es total, realiza las figuras a tamaño natural por lo que el espectador se ve involucrado en la obra. Otra de sus aportaciones en este cuadro es el tratamiento de la luz, situando un foco interior al abrir una puerta y dos ventanas en la pared del fondo, no sólo es una solución lumínica, sino que acrecienta la pirámide visual al llevarla al infinito (fondo natural) y sobre todo acrecienta la figura de Jesucristo que sitúa hábilmente en el centro de la puerta, por lo que el foco de luz posterior resalta aún más su figura. Para ahondar en esta sensación concibe la obra de forma simétrica, siendo Jesús el eje que divide tanto la estructura arquitectónica como a los personajes situando sus discípulos a cada lado en dos grupos de tres.
El momento elegido no es el de la consagración del pan y el vino, sino el momento en que Jesús comunica a sus discípulos que uno de ellos le va a traicionar, creando en ellos sensaciones humanas, dotándoles de movimiento, angustia, incredulidad que contrastan con la serenidad y quietud de la figura humana.

La Gioconda

 Al servicio del rey Francisco I de Francia consagró sus últimos años de vida y es en esta época donde realiza su obra más conocida, "La Gioconda" o "Mona Lisa" pintada en 1506 y que actualmente se encuentra en el Louvre. De los retratos que se le atribuyen a Leonardo como "La dama del armiño" es uno de los pocos de los pocos que no se duda que sea suyo. Es un encargo de un noble francés que realiza de su mujer, de ahí el nombre de la Gioconda por ser mujer de Giocondo. Crea un prototipo de retrato inmortal seguido por sus admiradoras y críticos y que ha pasado a la historia del arte como una de las grandes obras pictóricas. En ella la técnica del esfumato está plenamente tratada, el fondo es un paisaje natural, lleno de grutas, rocas deshilachadas, ríos, etc., que crean una naturaleza viva, en movimiento, una atmósfera envolvente que introduce en ella el personaje situada en un primer plano.
Leonardo consigue un aspecto físico de gran calidad, la anatomía humana, el volumen, están tratados en su plenitud, pero no es el físico de La Gioconda lo que domina, sino su alma, su espiritualidad, la vida que sale de su exterior, la que da personalidad a la obra. Hay una simbiosis entre la idealización y el realismo natural. Su mirada nos atrapa, es difícil de sostener, parece que es ella la que nos contempla, pero sin duda alguna ha sido su sonrisa enigmática la más estudiada de la humanidad. Con él surge un modo de hacer en los retratos pictóricos, se considera un cuadro atemporal, válido para cualquier momento o periodo artístico.

 

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